sábado, 22 de abril de 2017

REIR ES SALUDABLE



Iban dos borrachos en una moto, y uno se estaba rascando la cabeza con el casco puesto y el otro le dice:
- ¿Por qué te estás rascando la cabeza con el casco puesto?
Y el otro le responde:
- ¡A ver...!, ¿acaso cuando te rascas el culo te bajas los pantalones?
Tres borrachos que llegan a la estación.
¡DIN DON DIN! El tren con destino a Sevilla, sale ahora mismo por la vía 4.

Se ponen a correr, el Jefe de estación ayuda a uno a subir, luego ayuda a otro, y cuando llega al tercero el tren ha cogido ya velocidad, y no puede subirlo.
- ¡Lo siento, pero ya es tarde!
- Pues más lo van a sentir ellos, que habían venido a despedirme.
Estos eran cuatro directivos de empresa, que estaban jugando al golf en el lujoso club local. Al rato de estar jugando, uno de ellos comenta que necesita ir al baño y les pide que suspendan un par de minutos el partido. Los otros, todos unos caballeros, no ponen inconveniente alguno y aprovechando el breve descanso, se ponen a charlar de sus cosas:

- No es por presumir, pero a mi hijo le esta yendo de cine en el negocio inmobiliario. Ha ganado tanto dinero este año, que hasta se ha permitido el lujo de regalarle un chalet a uno de sus amigos...

- Pues tampoco es por presumir, pero ya sabeis que mi hijo se ha dedicado al negocio del automóvil. Esta especializado en coches de importación y gana tanto dinero que hasta le regaló un Ferrari a uno de sus amigos...

- Pues deben ser los tiempos, porque el mío tiene una sociedad de Cambio y Bolsa y fijaros si le le estará yendo bien, que hasta le regaló a uno de sus amigos un paquete de acciones de las mejores...

En eso regresa el que se había ido apurado en el baño y los otros tres, antes de reanudar el juego y por educación, le preguntan por su hijo:

- Pues la verdad, mal -responde el cuarto directivo- Ya sabéis que desde pequeño me ha salido con tendencias homosexuales: ahora es una loca y trabaja en un salón de belleza. Pero ha de ser bueno en lo que hace, porque uno de sus novios le ha regalado una casa, otro un Ferrari y otro un paquete de acciones de las más buenas.

- A mí antes me perseguían las mujeres.
- ¿Y por qué ya no?
- Es que ya no robo bolsos.

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