viernes, 27 de febrero de 2009

3ª Anecdota en el Banco Bilbao

Como ya he dicho anteriormente, durante el servicio militar me mandaban por las tardes a buscar diferencias en varias Sucursales, ya que casi todo se hacia a mano y por ello se prestaba a varios errores. En este caso me enviaron a la Sucursal de Diagonal, donde tenian la misma diferencia desde hacia 7 u 8 meses. En realidad yo iba como un refuerzo a las ordenes de algun superior. Pero en este caso el Jefe de la Sucursal les dijo a los empleados que me facilitaran todos los papeles que solicitara y se pusieran a mis ordenes. Yo tenía solo unos 20 años.

Les pregunté si habian hecho esto y aquello, costestándome siempre que sí, pues en vista de ello les quedaría una cosa por hacer que podía llevar semanas de mucho trabajo.

Antes de llegar a ello, se me ocurrió una cosa que solo puede hacer una persona, que fué comprobar los saldos uno por uno, hoja por hoja y cliente por cliente. Cuando iba aproximadamente por la mitad del libro de cuentas corrientes encontré una cuenta en que por ejemplo decía 2 mas 2 igual a 5. Comprobé el saldo final y actual y sí coincidian con el libro de control( por ello lo consideranban normal ). Pedí las hojas anteriores y no las tenian, ya que las habian dado al cliente como extracto de cuenta, despues de comprobar el saldo final que sí coincidia.
Al dia siguiente tenía las hojas del llamado control de cuentas corrientes y efectivamente habia un error por la misma y redonda cantidad que en el otro libro.

El Jefe de Sucursal Sr. Albalat me felicitó, me dió un abrazo y me selló y firmó todas las horas que me faltaban para justificar el mes y resto de mi sueldo.

sábado, 21 de febrero de 2009

2ª anecdota en el banco bilbao

Un día se presentó un individuo que quería abrir una cuenta corriente, por una cantidad no muy elevada. Le abrió la citada cuenta nuestro Jefe de Sucursal. Al poco tiempo se presentó diciendo que precisaba un talón conformado por 165 pesetas, ya que tenía que hacer un pago a Hacienda. El Director insistió en que se lo llevara en efectivo, puesto que no era costumbre conformar un talón por una cantidad tan pequeña. El ya cliente, insistió tanto que al final se le conformó.
Al día siguiente, desde la Central en la calle Fontanella me llamaron por el teléfono interior pidiéndome la conformidad de un talón de 165.000 pesetas.

Era naturalmente el mismo talón que se había conformado por aquella pequeña cantidad y que el citado individuo había añadido los tres ceros y la palabra mil en la parte escrita.( aun hoy ignoro porque me pidieron la conformidad de un talón conformado. La única explicación es que algo extraño vieron )

Rápidamente me dí cuenta de que era una estafa, y así se lo comuniqué a mi Jefe de Sucursal y al que me pidió la conformidad.
Al citado talón se le dio su curso normal y se llamó el número correspondiente por la ventanilla de caja, se presentó una persona a cobrar e inmediatamente fue detenida por el policía del Banco.

viernes, 13 de febrero de 2009

1ª anécdota en el Banco Bilbao

Estando yo en mis ocupaciones me dijo el Jefe de la Sucursal que ocupara el puesto de un señor bastante mayor que yo, pues él tenía que salir a un recado, por lo que yo me puse en su lugar, en cuentas corrientes. Yo solo tenia 17 o 18 años. Pero es que dicho señor había recibido una carta de un cliente diciendo que un talón determinado no se pagara. Pues el citado señor había guardado dicha carta en un cajón. Como es natural yo no la vi, ni tenía porque verla estando guardada.

El caso es que cuando el cliente se enteró que habíamos pagado el talón, que yo naturalmente le había dado curso, nos tuvimos que ir, el Jefe de la Sucursal y el pobre Manel a una comisaría de la calle Lauria, a requerimiento del cliente.

El Banco admitió su culpabilidad, a través mio, pero sin pasar nada, pues de lo contrario hubiera puesto las cosas en su sitio a pesar de mi juventud.

Recuerdo perfectamente el nombre y apellidos del cliente y supe más tarde que lo había extendido en pago a un asunto de faldas, que al parecer le salio mal.