viernes, 27 de marzo de 2009

4ª Anecdota en Tenerife


( este episodio es la continuación de la anécdota nº2 en Tenerife)

Estando yo en Tenerife, se presentó el dueño de la Empresa y me dijo textualmente "Manel sabe lo que he pensado, que Canarias debería depender económicamente de Londres" (Véase la segunda anécdota de Tenerife, que es lo mismo que dije, después de acusarme de que Canarias era el único garbanzo negro de la Empresa)

Me explicaré, pues Londres tenía una comisión sobre beneficios, Canarias no. Teníamos que dar unas previsiones de nuestras necesidades, indicando fechas, cantidad, variedad, semilla o consumo, destino en fin todo y mas. Resultado, que cuando el mercado subía Londres tenía muy poco comprado, pero si bajaba tenía mucho adquirido o comprometido. El fin era que a Canarias siempre nos facturaban unas dos libras esterlinas mas, por tonelada, que el precio que compraba la competencia. El colmo era -después de lo dicho-que teníamos que vender por cuenta de Londres directamente a gente que antes nos compraban a nosotros y todo ello sin un céntimo para Canarias.

La conclusión fue que a los pocos días la persona que estaba al frente en Londres, presentó su dimisión, estableciéndose por su cuenta en Londres, vendiendo entre otros a los clientes que nosotros mismos le habíamos proporcionado.

Como sea que la situación y el mercado habían cambiado totalmente, nos retiramos de Canarias después de venderlo todo, inmuebles, máquinas, muebles etc, cobrar hasta la última factura, por lo menos en Tenerife. Yo fui trasladado a la Central en Barcelona.

sábado, 21 de marzo de 2009

3ª Anecdota en Tenerife

Me llamó por teléfono el Apoderado General diciéndome que nos venia navegando , desde Irlanda y el Reino Unido, un barco fletado con algo mas de 1.000 toneladas de patatas entre semilla y consumo. Además decia que allí estaba nevando y que no salía ni podía cargar ningún otro barco. De todas maneras el barco nos llegaba en un gran momento, por lo ya dicho ( que era el único en venir) y porque ya sabian que escaseaban en el mercado (recuérdese la entrevista con el Governador en la 2ª anecdota ) y además me daba los precios a los que debía vender.

Un día antes de la llegada del barco llamó el dueño y me repitió lo que tantas veces me dijeron - que el barco venía solo, que estaba nevando y que no podía venir ningún otro en unos cuantos días. Pero entonces me preguntó "y usted que opina Manel" y yo contesté, "que se puede vender mas caro"; la que armó fué de película, tanto es así que me mandó hacer un escrito explicando todo lo que me habian dicho y llevarlo a Barcelona. Naturalmente aquella noche no dormí, hice el escrito que me ordenaron, en el cual decia que si el que estaba en Canarias -que era yo- no servía que pusieran otro, pero que no pretedieran dirigir totalmente Canarias desde Barcelona, porque se equivocarían. ( ellos no podían saber desde Barcelona la realidad del mercado aquí en Canarias) Decia esto porque yo sabía, por ejemplo, que los agricultores de la zona pensaban sembrar una variedad de consumo encarnada llamada Arran Victory, así que se me ocurrió poner un precio promedio entre semilla -que normalmete es mas cara- y consumo, con lo cual quedaría el agricultor contento y nosotros tambien.

Ya en la Ciudad Condal, me dí cuenta que el Apoderado General me iba sonsacando lo que había escrito, ya que mientras hablábamos iba entrando y saliendo del despacho,así que pensé -y no me equivoqué-que era para ir informando al Jefe.

Una vez en su presencia me dijo que hablariamos de varias cosas. No leyó el escrito delante mío (puesto que ya estaba informado) y no pasó nada ya que intuí que lejos de amonestarme le gustaron mis ideas ( aunque nunca me lo dijera).

A este episodio lo denominé, junto con los demás empleados "mi consejo de guerra en Barcelona"

domingo, 15 de marzo de 2009

2ª Anécdota en Tenerife

Encontrándome -como ya he dicho- viviendo y trabajando en una empresa de importación y exportación de patatas en Tenerife ( dónde ya dije que estuve trabajando casi 20 años), recibí una llamada telefónica desde Barcelona del Apoderado General, diciéndome que dentro de unos días había una reunión, a la que debía asistir como representante de la sucursal de Canarias.

Me hallaba presente en la reunión y se habló de varias cosas, entre ellas de beneficios. Todas las diferentes sucursales los habían tenido mas o menos sustanciosos, pero cuando me tocó a mí se dijo por parte del dueño y textualmente que: el único garbanzo negro que había en la Empresa era Canarias. Naturalmente tuve que oír cosas, educadas, pero con grandes reproches.

Me quedé como un pajarito sin alas, pero aun tuve fuerzas para decir que ; creía que Canarias debería depender de la sucursal de Londres ( os estaréis preguntando porque dije esto, ¿verdad?) Después de oír de nuevo varias y nuevas repulsas se terminó la reunión estando presente mi compañero de Londres, ya que nos conocíamos perfectamente pues ambos habíamos salido de Barcelona....


( Este episodio tiene una continuación e inesperado final , en 15 días os explico comó terminó este episodio)

viernes, 6 de marzo de 2009

1ª anecdota en Tenerife


El Agente de Aduanas nos llamó por teléfono diciendo que el Gobernador no dejaba embarcar 50 toneladas de patatas que teniamos sobre muelle y con destino a Barcelona para hacer patatas chips, con motivo de que el mercado estaba semidesabastecido.

Me preparé toda la documentación que creí necesitar y me dirigí al Gobierno Civil. Ignoro la cara que hacia y lo que dije, pero el caso es que en pocos minutos me hizo pasar el Secretario al despacho salón que tenía el Gobernador. Al momento estaba en su presencia y me preguntó que queria, pero cuando empecé a contarle el caso, me cortó, y muy solemnemente me dijo que lo que ayer se habia dicho que NO, hoy no se podía decir que sí, se giró y se marchó a otro lugar.

En el salón habia tres personas que eran algo conocidas por mí, como el Presidente del Sindicato de Frutos, el Presidente de la Cámara de Comercio y un alto cargo de una localidad sureña llamada Güimar. Estuve un rato hablando con ellos, les mostré lo que se embarcava para exportación, sin límite ni de cantidad ni de precio y sin embargo no me dejaban salir 50 toneladas de la MISMA variedad.

De nuevo salió el Gobernador, extrañándose de que todavia estuviera yo allí. Solamente pude decirle que no habia ningun impedimento para enviar al extranjero y sí para enviar de las mismas a una provincia HERMANA. Dije que no lo entendia. Los tres que antes he nombrado salieron en mi defensa.

El Gobernador dijo a su secretario que telefoneara a los 15 que estuvieron ayer y que acordaron no dejar salir patatas. Pero como los tres que he citado tambien estaban ayer, me selló y firmó el permiso sin mas.

Nótese que me he referido a época de plena dictadura y me exponia a la carcel o destierro.