EL CARNICERO DE MONDRAGÓN General de División (R.) Rafael Dávila Álvarezpor generaldavila |
Es
la imagen más repugnante de esta España nuestra que tal y cómo están las cosas
parece más de unos que de otros. Se puede ser malo, pero la maldad humana
alcanza aspectos incomprensibles ante un personaje que dice:
‹‹Yo
no he asesinado a nadie, yo he ejecutado. No me arrepiento››.
Alguien
cuya su vida se resume en 20 atentados terroristas, 17 asesinatos y 30 años de
prisión. Ahora está en la calle. Esto es la ETA, este personaje es una muestra
del arrepentimiento de la ETA. Conviene no olvidarlo y contarlo
cada día, que no se olvide, que no se repita, que no siembren su semilla como
están haciendo. Una sola oportunidad y volverán. Son artesanos del crimen, solo
saben practicar el arte del asesinato.
‹‹Traed
de vuelta a casa a los prisioneros››, se escuchaba en Bayona en
la vergonzosa escenificación, una burla al dolor que ha sobrecogido a España
durante casi 40 años. Todavía suenan los atentados, todavía gritan los
asesinados, todavía hay, siempre habrá, mucho dolor e indignación.
Con
el condenado por 20 atentados terrorista, por 17 asesinatos, uno de un niño, que
no se arrepiente de sus ‹‹ejecuciones›› charlaba amigablemente la
presidenta del Parlamento Navarro. Tomen nota y sigan votando, sigan
pasando y sigan pensando. Este es el resultado de cerca de mil asesinatos, de
una España que cada mañana se levantaba con las bombas en sus calles y el tiro
en la nuca. ¡Y ahora habla Europa y el mundo de terrorismo! ¡Qué horror! ¿Cómo
puede ser que esto ocurra? La policía del mundo entero busca terroristas por
todos los sitios. Aquí en España los tenemos muy recientes. Pasean y disfrutan
de la vida cuando para ellos la vida fue la artesanía del asesinato.
No
sé si debería confesar mi pecado. Pero no perdono. Desde luego al que no voy a
consultar lo del perdón es al obispo de Bayona. Prefiero hablar
de justicia; lo del perdón es cosa de cada uno.
Estos
personajes no son nada ni nadie, cobardes donde los haya, pero ¡han hecho tanto
daño! Quizá el problema no sea mío, no perdonar, sino que la indignación vaya
más allá por una justicia que permite que personajes como este vayan mostrando
su soberbia y sean exhibidos y abrazados como ejemplares ciudadanos. Una
justicia que nosotros nos hemos dado, porque legislan esos que dicen que nos
representan y dicen ser la voz del pueblo. A mí que no me señalen porque para
esta pantomima no les he votado. Esto es lo que entre unos y otros nos han
dejado. La ETA ya ha ganado. El perdón y la libertad se la ha dado una injusta
justicia, ¿la que hemos votado?
General
de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog:
generaldavila.com
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