El carnicero de Mondragón y una representante de (?)
Es la imagen más repugnante de esta España nuestra que tal y cómo están las cosas parece más de unos que de otros. Se puede ser malo, pero la maldad humana alcanza aspectos incomprensibles ante un personaje que dice:
‹‹Yo no he asesinado a nadie, yo he ejecutado. No me arrepiento››.
Alguien cuya su vida se resume en 20 atentados terroristas, 17 asesinatos y 30 años de prisión. Ahora está en la calle. Esto es la ETA, este personaje es una muestra del arrepentimiento de la ETA. Conviene no olvidarlo y contarlo cada día, que no se olvide, que no se repita, que no siembren su semilla como están haciendo. Una sola oportunidad y volverán. Son artesanos del crimen, solo saben practicar el arte del asesinato.
‹‹Traed de vuelta a casa a los prisioneros››, se escuchaba en Bayona en la vergonzosa escenificación, una burla al dolor que ha sobrecogido a España durante casi 40 años. Todavía suenan los atentados, todavía gritan los asesinados, todavía hay, siempre habrá, mucho dolor e indignación.
Con el condenado por 20 atentados terrorista, por 17 asesinatos, uno de un niño, que no se arrepiente de sus ‹‹ejecuciones›› charlaba amigablemente la presidenta del Parlamento Navarro. Tomen nota y sigan votando, sigan pasando y sigan pensando. Este es el resultado de cerca de mil asesinatos, de una España que cada mañana se levantaba con las bombas en sus calles y el tiro en la nuca. ¡Y ahora habla Europa y el mundo de terrorismo! ¡Qué horror! ¿Cómo puede ser que esto ocurra? La policía del mundo entero busca terroristas por todos los sitios. Aquí en España los tenemos muy recientes. Pasean y disfrutan de la vida cuando para ellos la vida fue la artesanía del asesinato.
No sé si debería confesar mi pecado. Pero no perdono. Desde luego al que no voy a consultar lo del perdón es al obispo de Bayona. Prefiero hablar de justicia; lo del perdón es cosa de cada uno.
Estos personajes no son nada ni nadie, cobardes donde los haya, pero ¡han hecho tanto daño! Quizá el problema no sea mío, no perdonar, sino que la indignación vaya más allá por una justicia que permite que personajes como este vayan mostrando su soberbia y sean exhibidos y abrazados como ejemplares ciudadanos. Una justicia que nosotros nos hemos dado, porque legislan esos que dicen que nos representan y dicen ser la voz del pueblo. A mí que no me señalen porque para esta pantomima no les he votado. Esto es lo que entre unos y otros nos han dejado. La ETA ya ha ganado. El perdón y la libertad se la ha dado una injusta justicia, ¿la que hemos votado?
General de División (R.) Rafael Dávila Álvarez
Blog: generaldavila.com