jueves, 21 de enero de 2021

REIR ES SALUDABLE 85 T

 

Se encuentran dos amigos y le dice uno al otro:
- No sabes lo que me pasó ayer. Llego a casa y me encuentro a mi mujer en la cama con un culturista. El caso es que para mi sorpresa el tío cachas va y me coge del cuello, me empuja a un rincón, me pinta una raya en el suelo y me dice: - Como pises esta raya, te mato. Y acto seguido se vuelve a la cama con mi mujer a continuar la faena.
- ¡Vaya situación! y tu, ¿qué hiciste?
- ¿Yo?... ¡Qué se creería ese tío!. ¡Cuando no miraba, pisaba la raya!

Estaban todos los animales de la selva listos para correr en las olimpiadas de los animales. Cuando empieza la cuenta atrás para correr:
- 3, 2, 1, ¡arrancar!
Todos corren, pero a media carrera se fatigan y van quedándose uno a uno. Al final sólo queda la hormiga y el elefante peleando por el primer lugar, cuando de repente se oye un temblor, ¡punnnnnnttt! El elefante había pisado a la hormiga, y todos los habitantes de la selva le empiezan a gritar:
- ¡Asesino, asesino!
Y el elefante responde:
- ¡No, sólo le quería meter el pie para que se cayera!

Esto es un señor que va a embarcar en un barco y llevaba a su cabra. En esto que el de la aduana le dice:
- ¡La cabra no pasa!
El hombre se va, le ve un amigo y le dice:
- Pinta la cabra de negro y ponle un bozal y pensará que es un perro.
El hombre lo hace y el de la aduana le dice:
- ¡He dicho que la cabra no pasa!
Y el hombre le responde:
- ¡Sino es una cabra, que es un perro!
Y el de la aduana le dice:
- ¿Y los cuernos?
Y el hombre contesta:
- ¡Con la vida privada de mi perro no se meta!

Dos amigos por la calle:
-Oye Juan, muy bien te veo...
-Si, es que ayer coincidí con una chica en el ascensor y nos enamoramos... dice que soy el amor de "subida"

Un ladrón entra en una casa una noche.
Enciende su linterna y mira alrededor, buscando cosas de valor que llevarse.
De pronto, una voz desde la oscuridad le dice:
- Jesús sabe que tú estás aquí.
El ladrón casi se muere del susto al escuchar la voz, apaga su linterna y queda paralizado del miedo.
Espera un rato y no oye nada más.
Sacude la cabeza y continua.
Cuando empieza a tratar de desconectar el televisor, vuelve a escuchar claramente la voz que le dice:
- Jesús te está mirando.
Completamente aterrorizado, el ladrón mueve la luz de su linterna, buscando el origen de la voz.
Finalmente, en la esquina de la habitación, puede ver a un lorito.
- ¿Fuiste tú el que hablaste?
- Sí -le contesta el lorito- Yo solo estoy tratando de avisarte que él te está mirando.
El ladrón, relajado, le dice:
- ¿Así que me estás avisando, eh?, y... ¿quién coño eres tú?
- Moisés -contesta el pájaro.
- ¿Moisés? -se ríe el ladrón-. ¿Qué clase de persona le puede poner de nombre Moisés a un loro?
- La misma clase de persona que le pone por nombre "Jesús" a un ¡Rottweiler!
- ¡¡¡Cógelo, Jesús!!!

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