MANEL Recuerdo de mi pequeña
Recuerdo gratamente un día que estábamos en una mesa grande en el comedor y me la puse encima de una de mis rodillas y empezó a charlar, sin parar y todo inventado, con voz clara y con acento andaluz, que si el hospital, que si el médico con su enfermera y no recuerdo cuantas cosas más, resultado que mi padre –que estaba allí- lloraba de tanta risa que le produjo esta improvisación y los demás escuchando e intentando contener la risa.
Fue algo que todavía recordamos con especial cariño y cierta nostalgia.
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