jueves, 25 de febrero de 2010

MANEL Final de una etapa.

Creo muy sinceramente que la Empresa hizo muy bien en retirarse de Tenerife, incluso de todas las islas Canarias, pues los tiempos habían cambiado bastante sus contumbres, y ya no se consumían tantas patatas como antes. Influyó mucho el gran intercambio de personas que había entre las islas y la península y a la inversa, sin olvidar el gran flujo turístico que se avecinaba.

Tuvimos la gran suerte de venderlo todo, el magnífico almacén y la oficina por parte de mi Jefe, la casa donde yo vivía en el mismo edificio, los muebles de la oficina, el coche, la enorme caja fuerte, la maquinaria que había para seleccionar las patatas, la moderna báscula para pesarlas automáticamente, la gran cantidad de palets de suelo y paredes, en fin todo, lo que se dice todo,  fue vendido por nosotros los empleados.

Yo me incorporé a la Central de la calle Caspe en Barcelona.
Me tuve que ir a vivir, con mi esposa y dos hijos a casa de mis padres y a buscar vivienda propia rápidamente.

2 comentarios:

  1. Hola company. El cert és que res és per sempre, tot està en constant moviment. Pero el final de qualsevol cosa, significa el neixament d'una altra cosa. Una abraçada.

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  2. Hola compañero Albert.- Tienes toda la razón en lo que dices, pues al final de una etapa empieza otra y así me ocurrió. Ya lo verás.
    Te felicito por tu gran rapidez, en hacer tu comentari
    Un fuerte abrazo.

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