En Motril comía y charlaba con el represente que por cierto era uno de los mejores en suministrar productos del campo. El caso es que se hizo de noche y yo tenia que conducir muchos kilómetros por los llamados caracolillos, al lado de la costa con muchos acantilados y barrancos, donde había mucho contrabando y gran cantidad de Guardia Civil.
Emprendí el viaje de regreso, y aproximadamente a la mitad del camino tuve la necesidad fisiológica de hacer aguas menores, por ello paré el coche, no vi personas,ni pueblos,ni ninguna otra luz que no fueran las de cruce y de situación que llevaba el vehículo. En esta circunstancia y estando en plena faena, oigo una voz que me dice "señor nos llevará a Málaga" Me entraron escalofríos,en pocos segundos pensé un montón de cosas malas, hasta que por fin incliné la cabeza y vi un oficial y un número de la Guardia Civil, y no se me ocurrió otra cosa que decirles:
"ME HAN PILLADO USTEDES CON LAS ARMAS EN LA MANO".
Después del susto que me habían dado, los llevé hasta la Capital y yo seguí hacia el sur,carretera de Cadiz 100 donde estaba mi esposa e hija esperándome.
Mi hijo nació en Málaga, y cuando tuvo tres meses me trasladaron a Tenerife.
Con mi hija se llevan,como digo yo,una condena, tres años,dos meses y UN DÍA.