Un borracho muy borracho llega a su casa.
Con gran dificultad consigue sacar su llave y dice:
- Eshta esh mi llave y
eshta esh mi puerta.
Tambaleándose entra en la casa, y dice...
- Eshta esh
mi casha, eshte esh mi pashillo, eshta esh la puerta de mi habitasión.
Entra
en la habitación, y sigue palpando:
- Eshta esh mi cama, eshta esh mi mujer,
y eshte tio que eshta durmiendo en la cama shoy yo.
Va por la selva Tarzán (el hombre mono),
de pronto se encuentra con un ratoncito y le dice:
- Tan chiquito y con
bigotes............?
El ratón lo mira con cara maliciosa y le responde:
-
Y tú..........? Tan grandote y con pañal..........?
Iba un barquito de vela y se apagó.
Se encuentran viajando en un tren un
alemán y un español.
-El español, para romper el hielo y con ánimo de hacer
amigos, le pregunta al alemán:
Y usted ¿De qué parte de Alemania es?
-El
alemán muy amable le responde.Soy de Baden-Baden.
y usted ¿de donde es?
-El español, andaluz para más señas, le responde:
Pues mire usted…yo soy
del Puerto de Santa María-Puerto de Santa María.
Un tipo va al África y, para no sentirse
tan solo, decide llevar a su perro, un chihuahua mariquita. El primer día del
safari, el animal, muy contento, se pone a corretear detrás de las mariposas y
cuando menos se lo esperó ya se había separado del grupo.
El chihuahua,
desesperado, empezó a buscarlos cuando, en eso, ve que una pantera muy
enfurecida se dirigía hacia él dispuesta a comérselo.
Asustado, rápidamente
piensa qué hacer; ve unos huesos que estaban junto a él y los empieza a morder
con mucha ferocidad. Justo cuando la pantera lo iba a atacar, el perro
exclama:
- ¡Mmmmmm, qué rica pantera me acabo de comer!
La pantera, al
escuchar eso, se frena con estruendo y huye muy asustada mascullando:
-
¡Jodido perro, por poco me come a mí también!
Pero arriba de un árbol,
estaba un mono cabrón que vio todo lo que había pasado. Éste se baja muy rápido
y va tras la pantera para contarle todo lo que vio. Al escuchar aquello, la
pantera, muy enojada, le ordena al mono:
- Súbete, vamos a buscar a ese
maldito perro para ver quién se come a quién.
El perro mariquita se da cuenta
que la pantera viene, con el simio trepado, dispuesta a todo. En un instante, el
perro adivina que el mono fue con el chisme pero en lugar de correr, se da la
vuelta como si no hubiera visto nada y se pone a leer un periódico. Cuando la
pantera ya lo iba a atacar, el perro se queja:
-¡Puto mono de los cojones!!!,
hace como media hora que lo mandé por otra pantera y todavía no
regresa!