- Hola ¿está Felix?.
- No estoy
Tristex.
- Doctor, últimamente me siento más gordo
y feo, ¿qué tengo?
- Mucha razón.
Eso de que "un clavo saca otro clavo" no
funciona a la perfección. Tenia uno en el pie y ahora ya tengo tres. Alguien
sabe otro método?
Un tío lleva tres horas pescando sin
ningún resultado, en esto que viene el cartero del pueblo, mete la mano en el
agua y empieza a sacar truchas una tras otra.
- Pero bueno! Como puede hacer
eso!
- No, yo es que las pesco con la mano.
- Pero eso tendrá truco, no?
- Bueno, como usted me ha caído bien le diré el truco. Lo único que tiene
que hacer usted es meterle la mano ahí mismo a su mujer y después venir a
pescar. Al meter la mano en el agua los peces se sienten atraídos y los puede
coger con la mano.
- Gracias, gracias.
Total, que el tío recoge los
aparejos de pesca y vuelve antes de tiempo a casa para hacer la prueba. Su mujer
esta limpiando los cristales y el tío llega por detrás y le mete la mano por
debajo de la falda en el lugar correspondiente. La mujer dice:
- Ay,
carterito! Que juguetón estas hoy!
Esto es una monjita que iba hacia Sevilla,
y se le estropea el 4L. Se pone a hacer auto-stop y para un camión que tambien
va a Sevilla y la lleva. Una vez dentro, la monjita empieza a mirar al camiónero
y piensa: "Este camiónero no esta nada mal". Total, que empieza a lanzarle
miradas provocadoras e insinuantes. El camiónero, que no tiene reparos a la hora
de echar un kiki, se detiene en la cuneta y se ponen a la faena. Cuando terminan
vuelven a la carretera. La monjita comenta entusiasmada:
- Cuando llegue a
Sevilla y le diga a la madre superiora que he echado tres polvos con un
camiónero se le va a poner una cara...
El camiónero la mira extrañado y le
dice:
- Pero, hermana, si solo hemos echado uno.
- Si, pero no me dira
que de aquí a Sevilla no van a caer otros
dos.