Ultima factura en Tenerife
Estabamos, aproximadamente, en el año 1968, y en la isla nos quedaba una sola factura por cobrar, ya que trabajabamos por campaña y no todo el año seguido, lo cual quiere decir que debiamos empezar la siguiente totalmente limpios, sin deber nada ni que nos debieran.
Pues bien, nos quedaba una factura sin cobrar de un individuo de una localidad del norte. Emprendimos el viaje un servidor acompañado del magnÃfico empleado, para mÃ, de total responsabilidad y confianza, llamado Antonio, cuando llegamos nos dimos cuenta que el citado individuo habÃa montado un restaurante con el importe de nuestra factura y de otros a los cuales tampoco pagaba.
Le dijimos que nos quedarÃamos a comer, naturalmente a cuenta de la factura, y que armarÃamos un verdadero follón de cara a los clientes, y que volverÃamos si fuese necesario.
Al poco rato salió con un cheque, por el importe total y que fué conforme. Esta pequeña anécdota fué un orgullo para nosotros, ya que lo cobramos todo en la provincia de Tenerife.
Hoy en dia la cosa es muy distinta, dándome verdadero miedo, pues hay quien pagarÃa y no puede hacerlo porque a él tampoco le pagan.
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